Préndete en fuego: ave fénix

En plena temporada de Escorpio, donde la energía de muerte nos hace un llamado personal, sólo existe una pregunta relevante: ¿qué es lo que ya está podrido?

Es posible que la respuesta no llegue de inmediato ni de forma clara, pero si buscas bien y te atreves a sumergirte dentro de tus aguas más profundas, la realidad es que tú ya sabes qué es exactamente lo que tienes que soltar.

Tal vez lo que está podrido es un trabajo, una relación de familia, de pareja o de amistad, un hábito tóxico, una obsesión o una dinámica que te limita.

O bien, quizá lo que está podrido es un deseo que no te permite evolucionar, una fantasía que te roba energía en vez de dártela, un castigo autoimpuesto, una forma específica de ver una situación, un criterio cerrado, una postura severa contigo mismo o hacia alguien que quieres, una creencia de cómo debería ser la vida, una actitud cobarde que te impide sentir o vivir algo estupendo...

La lista será tan larga o tan corta según tu valentía para mirar bien en tu interior. Nadie se escapa porque todos y cada uno de nosotros somos perecederos, viviendo nuestros procesos de putrefacción y renacimiento particulares.

La invitación no es simple, pues experimentar dolor es parte del proceso de muerte y más cuando se trata de aniquilar algo que te ha acompañado y que ha sido parte de ti desde hace mucho tiempo. Por otro lado, la maravillosa recompensa de dejar ir aquello que está podrido es que de inmediato se abre un espacio para que florezca de manera libre lo que sí te aporta vida. Cual ave fénix préndete en fuego y vuela lejos, ¿qué esperas?