Calladito te ves más bonito

Sí. La vida puede ser cruel y terrible. Hay pestes y calamidades. Pobre de ti. Si quieres, de una vez quéjate del calor, del frío, de la lluvia, del tráfico, de un dolor de cabeza, de los políticos, de tu suegra, de tu jefe o hasta del perro. Di lo que tú quieras, sólo te advierto una cosa... La queja tiene una vibración muy baja que ensucia a tu energía. Por esa razón, si no tienes nada bueno que decir, calladito te ves más bonito.

Si te das cuenta de que estás a punto de decir algo negativo y te da tiempo de frenar a tu propia lengua, cambia las palabras o cambia de idea. Por otro lado, si te quejas porque es inevitable, tampoco te juzgues. Simplemente date cuenta de que todo lo que piensas y dices tiene un impacto en tu energía y en tu entorno. La pregunta clave es: ¿eso que vas a decir aporta valor o puede mejorar la situación? Si la respuesta es no, entonces mejor no digas nada. Silencio total.

Te propongo un experimento para elevar tu vibración. Desde el momento en que leas este mensaje, hasta que llegue la hora de irte a dormir, intenta no quejarte de nada y observa el resultado. Para eso tienes que poner mucha atención en tu mente y en tus palabras. Con la práctica vas a entrenar a tu mente para ver más cosas positivas que negativas, y para aceptar la vida tal cual se te presenta.