Así vas a poder soltar la culpa

¿Crees que tu vida sería distinta si hubieras actuado de manera diferente en tu pasado? ¿Eres incapaz de perdonarte a ti mismo por algo que hiciste? ¿Revisas mentalmente cada detalle de algo que ocurrió de una forma que no esperabas? ¿Te castigas o te juzgas por haber actuado como actuaste?

Hoy te propongo que intentes ver tu pasado de una nueva manera. Es muy fácil arrepentirte de algo desde hoy, tu momento presente. Da igual si te arrepientes de algo que pasó ayer o hace muchos años. Es muy fácil arrepentirte, porque hoy tienes información que en ese momento no tenías. Tienes la experiencia de vida de las consecuencias que en ese momento no alcanzaste a ver.

Siempre que tomas decisiones, las tomas de acuerdo con tu nivel de conciencia de ese momento. Cuando decidiste y actuaste de cierta manera, hiciste lo mejor que podías en ese momento. Sólo podías pensar y actuar hasta donde llegaban tus emociones y tu capacidad de entender la situación. Incluso si actuaste con egoísmo, sobrebia o plena ignorancia, tú creías que estabas eligiendo algo bueno, ya fuera para ti o para otros.

En el momento en que tomaste una decisión, incluso si te sentías lleno de dudas o de sensaciones desagradables, sólo estabas viviendo un reflejo del nivel de conciencia en el que te encontrabas. Hasta ahí tenías acceso. De haber tenido una bola de cristal para ver el futuro, quizá hubieras tomado otras decisiones.

Si todavía estás a tiempo de hacer algo al respecto, adelante, transforma la situación. Y si lo que ya pasó trajo consecuencias permanentes, respira profundo e intenta confiar en el proceso de la vida. Desde tu mente y tu corazón envía amor y energía positiva a ese momento en el pasado.

Lo que te propongo es que seas menos severo contigo mismo y con los demás, en especial si te sientes atrapado en la culpa, el castigo o en el arrepentimiento. Date permiso de soltar esa piedra que te impide vivir de forma más ligera. En vez de juzgar el pasado, abre tu mente para ver la gran lección que trajo. Y recuerda que cada ser humano siempre piensa, siente y actúa hasta donde llega su nivel de consciencia de ese momento.