Evita viajar a estos dos lugares

Viajar es maravilloso, hay miles de lugares por conocer y explorar, pero existen dos paraderos que te van a traer más desdicha que alegría...

Que yo sepa, todavía nadie ha inventado la máquina para viajar en el tiempo. Cada vez que te acuerdas de un evento pasado, lo estás recordando desde hoy, el presente. Y cada vez que empiezas a pensar en algo que puede ocurrir en el futuro, lo estás pensando desde hoy, el presente. Esto quiere decir que el único punto de entrada a la vida es el momento presente.

Con el cuerpo todavía no se puede, pero con la mente sí. Y viajar en el tiempo con tu mente siempre te roba la energía y la paz. Viajar en el tiempo debilita tu poder.

Cuando viajas al pasado casi siempre surgen dos cosas: la nostalgia o el arrepentimiento. Con la nostalgia llega la añoranza de un momento o una época agradable. Y con el arrepentimiento llega la culpa que te hace revivir cada detalle de una situación. En cualquier caso, nostalgia o arrepentimiento, estás poniendo tu energía en un momento que ya dejó de existir y que está 100% fuera de tu alcance.

Por otro lado, cuando viajas al futuro también suelen surgir dos cosas: la preocupación o la proyección de la felicidad. Con la preocupación llenas a tu cuerpo de estrés al anticipar una situación negativa. Y con la proyección condicionas tu bienestar a circunstancias que te harán feliz sólo cuando se cumplan. En cualquier caso, también estás poniendo tu energía en un momento que aún no existe y que no sabes si va a existir, de nuevo 100% fuera de tu alcance.

En cualquier tipo de viaje, al pasado o al futuro, estás robándote a ti mismo la oportunidad de vivir y disfrutar del momento presente. Estás dejando escapar instantes valiosos que quizá podrías usar de otra manera. El pasado no se cambia y el futuro aún no llega, así que el único lugar donde puedes vivir es aquí y ahora. Es más, incluso si estás viviendo una situación muy desagradable, tu único acceso a un cambio es desde el presente.

Esto no significa que tienes que estar de acuerdo con lo que estás viviendo, pero sí significa que entre menos intentes escapar del momento presente, menos energía desperdicias en algo que está fuera de tu control. Si puedes hacer algo al respecto para cambiar la situación, hazlo, ¡adelante! Y si lo puedes hacer, quiere decir que es parte de tu presente.

Claro, a veces es necesario revisar el pasado o planear el futuro, pero fíjate bien cuando lo hagas si el objetivo tiene que ver con fines prácticos o si es para huir del presente. Educa a tu mente para controlar adónde vas de viaje con ella. Para vivir de verdad aquí y ahora se requiere disciplina, un constante monitoreo mental y desarrollar una capacidad grande de adaptación. ¿Adaptación a qué? A lo que sea que te está tocando vivir, te guste o no.

Tal vez en otros niveles de la consciencia sí se pueda viajar en el tiempo, controlarlo o moldearlo, pero mientras habites en esta tercera dimensión los límites se reducen a este preciso instante. Cuando descubras que tu mente se está yendo hacia atrás o hacia adelante, haz una pausa, respira y vuelve a lo único que existe. Haz lo que sea que tengas que hacer para traer a tu mente de regreso a este momento. Empieza ya, en este segundito, porque lo más lejos a lo que vas a poder llegar es aquí y ahora.