Ríndete así para sentir paz

¿Te preocupa lo que está pasando en el mundo? ¿Te angustia no poder saber qué va a pasar contigo, con tu trabajo, con tu ingreso económico, con tu salud o con tu gente cercana? ¿Te da miedo sufrir o que alguien que quieres sufra? Todo lo que sientes es normal y válido, pues te estás enfrentando a una gran incertidumbre. Y por ahí va mi consejo: haz la paz con esa incertidumbre.

Es la única manera en que podrás estar tranquilo, al aceptar profundamente que no puedes controlar lo que ocurre afuera de ti y que solo te queda una sola opción: rendirte.

Rendirse no quiere decir dejar de actuar en beneficio de lo que deseas, sino soltar la necesidad de controlar todo. Porque lo único que depende de ti eres tú. Nadie sabe qué va a pasar, así que en vez de angustiarte por lo que está afuera de ti, empieza a ocuparte de lo que sí está en tus manos. Para empezar, aprecia lo bueno que sí tienes.

La mente tiende a viajar hacia el pasado y hacia el futuro, extrañando tiempos que fueron mejores o arrepintiéndose de algo que ya pasó. O bien, preocupándose por circunstancias que aún no ocurren y podrían ser peores. Y la verdad es que lo único que tienes hoy, aquí y ahora, incluso si las circunstancias no son las que más te gustaría estar viviendo.

Esto es lo que hay. Aprovecha este día para agradecer todo lo bueno que tienes en tu vida. Cuando bebas agua aprecia la posibilidad de hidratarte. Cuando comas, aprecia la posibilidad de nutrir tu cuerpo. Cuando te muevas, aprecia la libertad de movimiento en tus piernas, tus brazos, tu cuello, tu columna vertebral. Cuando te vistas, aprecia la posibilidad que tienes de elegir entre más de una opción de ropa. Cuando hables con alguien que quieres, aprecia su presencia en tu vida. Cuando te vayas a dormir, aprecia la comodidad de tu cama y la posibilidad de descansar en un espacio agradable. Te lo puedo asegurar: entre más cuentes tus bendiciones, más bendiciones llegarán a tu vida. Haz la paz con la incertidumbre y aprecia todo lo que puedas.